Embracing Singularity
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El poder de la tecnología para transformar rápidamente la existencia humana está llegando a un punto de inflexión. En siglos pasados e incluso décadas recientes, dos o tres avances transformadores podrían ocurrir durante la vida de una determinada persona, haciendo del mundo un lugar significativamente diferente para cada generación. Hoy, los avances de la inteligencia artificial están ocurriendo a tal ritmo que cada generación conocerá múltiples realidades distintas y alteraciones dramáticas y frecuentes en diversos aspectos de la vida cotidiana.
Me di cuenta de la profundidad de los cambios venideros cuando en diciembre de 2017 leí acerca del algoritmo AlphaZero de DeepMind que sin ninguna comprensión previa o subsidio humano (más allá de las reglas del juego) fue capaz de convertirse en el ente jugador de ajedrez más fuerte de la historia, apenas jugando contra sí mismo durante unas cuatro horas. Pensemos en esto: el ajedrez es un juego al que innumerables genios humanos dedicaron buena parte de sus vidas, desarrollando y optimizando estrategias a lo largo de los siglos, y ha sido tema central de investigación y experimentación de la ciencia de la computación por 70 años. Un modelo genérico de aprendizaje profundo que no aprovechó absolutamente ningún dato de estos siglos de esfuerzo humano y décadas de aplicaciones informáticas pudo superar ampliamente a todos los demás jugadores – humanos o robots.
Ya sea que estemos conscientes de las investigaciones o no, experimentaremos continuamente cambios radicales traídos al mundo por el aprendizaje automático a partir de este momento. Entre otras cosas, nuestros medios de producción y la mayoría de nuestros trabajos sufrirán una transformación constante. Hay muchas formas en que podemos reaccionar y prepararnos, u optar por no prepararnos, para las revoluciones tecnológicas que nos esperan.
En mi caso, a los 40 años de edad, habiendo estudiado y trabajado siempre en temas relacionados con las humanidades, y habiendo alcanzado un nivel razonable de estabilidad financiera y un alto grado de seguridad en el empleo, podría ser tentador seguir como mero espectador y consumidor de los cambios imprevisibles y espectaculares que la inteligencia artificial traerá en los próximos años. Podría cruzar los dedos y esperar que mi mundo sea sacudido sólo de manera positiva y que mi carrera y su estabilidad eviten la embestida de la Cuarta Revolución Industrial.
Sin embargo, este no es mi estilo. Haré lo contrario.
Tengo la intención de aprovechar todas mis fortalezas y mi proclividad –todavía inexplorada– a las matemáticas y la informática y apuntar al centro de la tormenta que se aproxima. Me volveré versado, si no competente, en programación y aprendizaje profundo. Seré un agente de progreso, aplicando avances en inteligencia artificial a mis líneas de trabajo.
En el pasado, aprendí, enseñé y aproveché idiomas extranjeros para enfrentar desafíos personales y profesionales. Actualmente, estoy estudiando el lenguaje de programación Python y los lenguajes del álgebra lineal y las estadísticas con el fin de empoderar a mí mismo y a otros para crear tecnologías que aprovechen las increíbles oportunidades de una inteligencia artificial cada vez más poderosa. Me centraré, entre otras cosas, en las aplicaciones del aprendizaje automático a la lingüística computacional, la intersección del lenguaje humano y la informática.
Este blog presentará mi aventura: la de un profesional de 40 años sin experiencia previa en ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas para convertirse en programador informático y enfrentar la era de la inteligencia artificial como un innovador capaz en los campos de aprendizaje automático y procesamiento del lenguaje natural.
En el camino, espero inspirarles a hacerle frente a un futuro incierto con entusiasmo renovado para alcanzar sus propios objetivos audaces.